La práctica cotidiana de una rutina de belleza acorde con tu edad y tus características personales hace imperativo seguir algunos consejos.
A los 20
Ten siempre a la mano un gancho, caucho u otro accesorio para cogerte el pelo,
pues tocárselo mucho y moverlo constantemente hace que se produzca más grasa y
que se vea desarreglado.
No importa qué tan tarde llegues a tu casa o si lo haces con unas cuantas
copas, es ¡muy importante! limpiarse la cara para quitarse el maquillaje y las
impurezas antes de dormir. En mi caso, a veces uso toallitas desmaquillantes,
son muy prácticas.
A la crema que uses para hidratar la piel del cuerpo puedes agregarle una
cucharada de aceite de oliva para prevenir las estrías.
A los
30
Después de lavarte la cara y antes de utilizar la crema humectante, deja una
pequeña cantidad de agua en la piel, esto facilita la absorción del producto
que estés usando.
Para que tu piel luzca descansada no es necesario usar base, polvos y rubor al
mismo tiempo, puedes cambiarlos por un polvo bronceador y te verás radiante sin
tener que utilizar los tres productos.
Los labios deben estar siempre humectados con un producto que tenga
pigmentación, de esta forma te verás siempre iluminada sin tener que utilizar
pintalabios con mucho color.
A los
40
Exfolia tu cuerpo y tu cara una vez por semana. Un exfoliante natural que da
buenos resultados es el azúcar morena; ten en cuenta usarlo también en los
codos y las rodillas.
Te recomiendo hacerte dos limpiezas profesionales al año. Esto te ayudará
a remover las impurezas y a que los productos que usa actúen de una mejor
manera.
Nunca, nunca, salgas de tu casa sin usar algún tipo de protección contra los
rayos UV, igual o superior a FPS50, recuerda que los productos que traen algo
de protección no son suficientes para crear una pantalla total en la piel.
A los
50
Un buen corrector de ojos te quita años. Para escoger el color adecuado usa
siempre un tono más leve que el de tu piel. Puedes mezclarlo con un poco de
crema de contorno de ojos, de esta manera ayudará a que éste no se acumule en
las arrugas.
No te excedas en el uso de productos, ten siempre una crema que la hidrate en
las mañanas, una de contorno de ojos y una que te ayude a nutrir la piel en la
noche. No olvides un buen protector solar.
La delgadez extrema es enemiga de una buena piel. Con los años, es mejor tener
más peso que menos; recuerda: cuanta más carne, menos arrugas.
A los
60
Para remover la pestañina de una manera fácil, sin irritar los ojos, humedece
un algodón con suficiente desmaquillador a base de aceite y déjalo durante 30
segundos, luego retira el exceso con un movimiento de arriba hacia abajo, nunca
en forma circular.
Cuando uses productos para la cara, utilízalos del más liviano al más espeso,
para que así el más consistente permita que el más liviano actúe.
Los rubores (blush) en crema son ideales para pieles secas y con signos de
envejecimiento, porque son ricos en propiedades humectantes.
A los
70
Recuerda que una buena fuente de luz es el secreto perfecto para un excelente
maquillaje. Busca un lugar que tenga luz natural o dispón siempre en tu
baño de luz blanca, nunca amarilla.
Dejar el tónico en la nevera es una gran idea. Después de tu rutina de
limpieza, utilízalo para remover las impurezas que quedan, recuerda que el frío
ayuda a que la piel se contraiga y adquiera un aspecto más joven.
Este es un consejo de mi abuela, ‘Tita’, en el que creo firmemente: a cada edad
le corresponde un tipo de belleza. Lo mejor para lucir bien es no exagerar en
procedimientos y aceptar la edad como venga.
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